miércoles, 7 de septiembre de 2016

"Viaje a la utopía: Herbert George Wells" Por Florencia Bárbaro.







Aquí continuamos recomendando la lectura. Salir al aire libre, sentarse bajo la sombra de un árbol frondoso, libro en mano y tu bebida predilecta, es un ritual que jamás debe perderse. ¡Jamás! Aunque te devoren los mosquitos, te ataquen las hormigas o te pishe un perro.

En esta ocasión vamos a hablar de uno de los pioneros de la ciencia ficción, nada más y nada menos que: Herbert George Wells.

Fue su interés social junto con sus convicciones éticas, la premisa en un camino complejo. Ciencia, tecnología y fantasía se acoplaron en perfecta sincronía. Su sello en la literatura, inalterable.








Por los senderos de la guerra

Dar una definición u idea sobre la paz, nos lleva ineludiblemente a recorrer el camino de la guerra y sus penumbras. En las obras de Wells encontramos conflictos bélicos que, de una forma predictiva, nos trasportan del imaginario hacia una cruda realidad. Podemos tomar como ejemplo The War in the Air (1908) y The World Set Free (1914).

"No nos ceguemos por las pasiones de la guerra para confundir a la gente con su gobierno"

Su postura frente a la guerra puede contemplarse desde varias perspectivas, pero ciertamente fue un pacifista dedicado. Sus pensamientos sobre una sociedad unida, autosuficiente y educada fueron la base en su búsqueda constante. La eliminación de barreras de clases era el inicio para un nuevo mundo.

Ideales, política y escándalo

Lograr un cambio no es algo fácil, pero Wells no se limitó a las palabras. Su accionar siempre estuvo relacionado íntimamente a sus creencias. Su incursión en la política fue un sólido ejemplo de ello.

“Sólo he pretendido mostrarme a favor de un acuerdo social más equitativo, lo que implica un gran aumento en el nivel de vida de la mayoría y una pequeña disminución de las clases superiores”.

Love and Mr. Lewisham (1900), Kipps, the Story of a Simple Soul (1905) y Mr. Polly (1910) son entre otros, algunos de los títulos que reflejan su lucha.

“El socialismo representa una causa común de los hombres con el propósito de la felicidad mutua".

H. G. Wells abogó en defensa de los derechos de la mujer (Ann Veronica, 1909) y la familia como institución primordial (Tono-Bungay, 1909; Matrimonio, 1912).

Su postura frente a la unión familiar se vio cuestionada duramente en cierto momento, al salir a la luz sus dotes de DON JUAN, y opacando levemente su imagen.
Si, así es, este señor tuvo su reconocido momento de picaflor y a esto se le sumo el asuntillo de pañales extra matrimoniales. Repoblando al mejor estilo Maradona.

Su obra.

«Yo hago honradamente lo que puedo por evitar repeticiones en mi prosa y cosas así pero, quitando un pasaje de altura, no veo el interés de escribir por la belleza del lenguaje sin más.»

El señor H. G. Wells nacido en 1866 cuenta con más de ochenta libros y una importante cantidad de cuentos publicados, que abarcan diferentes temáticas. Sin pensarlo dos veces, el género que mayor fama otorgo a Wells es la ciencia ficción, de la cual, claramente es uno de sus máximos exponentes.







No solo nos dejó un tendal de obras literarias magistrales, sino que a su vez inspiró con ellas, la creación de películas que hoy recordamos como verdaderos clásicos:

· La isla de las almas perdidas (1932) de Erle C. Kenton. Con Bela Lugosi, Charles Laughton, Richard Arlen y Kathleen Burke.

· El hombre invisible (1933) de James Whale. Con Gloria Stuart.

· La vida futura (1936) de William Cameron Menzie. Con Raymond Massey, Cedric Hardwicke y Ralph Richardson.

· La guerra de los mundos (1953) de Byron Haskin. Con Ann Robinson y Gene Barry.

· El tiempo en sus manos (1960) de George Pal. Con Rod Taylor, Yvette Mimieux, Alan Young y Sebastian Cabot.

· La gran sorpresa (1964) de Nathan Juran. Con Edward Judd, Martha Hyer y Lionel Jeffreys.

· El alimento de los dioses (1976) de Bert I. Gordon. Con Pamela Franklin, Marjoe Gotner, Ralph Meeker y Ida Lupino.

· La isla del doctor Moreau (1977) de Don Taylor. Con Burt Lancaster, Michael York, Barbara Carrera, Nigel Davenport, Nick Cravat y Richard Basehart.

· Los pasajeros del tiempo (1979) de Nicholas Meyer. Malcom McDowell es H. G Wells, Coprotagonizan Mary Steenburgen y David Warner.

· Al morir la noche (“The Golfing Story” adaptación del cuento para formar parte de esta película) Entre otros…

Y el listado continua, con títulos como las remakes:

· La isla del doctor Moreau (1996) de John Frankenheimer.

· La máquina del tiempo (2002) de Simon Wells.

· La guerra de los mundos (2005) de Steven Spielberg.


¡Que no panda el cunico!

Definitivamente la anécdota más recordada en base a una de sus obras, es la representación radial de “La guerra de los mundos”, que desató el caos. ¿Cómo, no conocías esta perlita? El asunto fue así:

En el año 1938, el señor Orson Welles (No confundir apellidos) realizó en la cadena CBS, una adaptación de la obra de Wells: “La guerra de los mundos”. Con un realismo de tal calidad que esta emisión provocó el pánico en la población de los Estados Unidos. Si bien la introducción del programa explicaba que se trataba de una dramatización, la historia fue relatada a modo de noticiario, lo que causo un impacto instantáneo en la gente, creyendo que aquello que escuchaban verdaderamente estaba ocurriendo.

“Nueva York ha sido destruida. Es el fin del mundo. Vamos a morir. Lo acabo de oír en la radio”.

Welles interpretaba al profesor Pierson, el científico que explicaba al público lo sucedido:


“Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de música de baile para ofrecerles un boletín oficial de la Agencia Intercontinental...”


“…es lo más horrible que he visto en mi vida... desde el agujero negro nos enfocan dos discos luminosos... tal vez sean un par de ojos, tal vez sea una cara, tal vez... Dios mío, algo sale deslizándose de entre las sombras igual que una serpiente. Hay otro, y otro y otro más. Tienen tal aspecto que yo diría que son tentáculos. Un momento... ahora veo el cuerpo entero de la criatura...”









Su legado.

La ciencia y sus límites éticos. Una pelea constante contra la desigualdad. Inclusión y educación para el progreso de la sociedad. El hogar como pilar fundamental. La raza humana y su poder para salvarse a sí misma o extinguirse. La maquinas. Los avances tecnológicos… Aciertos y desaciertos de un futuro posible o incierto.
Wells sembró semillas de ideas y posibilidades, de Interrogantes. Nosotros seguiremos viajando a través de sus palabras, hoja tras hoja, en pos de la utopía.


Florencia Bárbaro


Nota: Este articulo fue escrito para la revista Cine Fantástico y Bizarro, y publicado en su numero cinco, el mes de Julio de 2014.




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